Las defensas marcaron el segundo tiempo para ayudar en la victoria de Bills

El Thursday Night Football abría la jornada con un duelo que fue muy igualado de principio a fin. Aunque finalmente la victoria terminó cayendo del lado de los de Buffalo, los Buccaneers tuvieron opciones hasta el último cuarto donde el tiempo y la defensa local jugaron en su contra.

Los Bills aprovechaban su primera serie ofensiva en el partido para inaugurar el marcador aunque tuvo que ser mediante un field goal. Según iban pasando los minutos los Bucs estaban más desesperados por no poder mover cadenas y los Bills lo hacían con mayor facilidad. Hasta que Josh Allen abría una brecha en el marcador con el primer touchdown de la noche. Y en este momento parecía el resurgimiento de los de Florida. Primero un field goal para acercarse en el marcador, y luego tras una providencial intercepción de William Gholston facilitaba la anotación del empate de Chris Godwin con una gran posición de campo. Pero aún quedaba tiempo antes del descanso y los Bills lo aprovecharon con un gran drive que remató Dalton Kincaid para irse con ventaja al medio tiempo.

La segunda parte fue más defensiva aunque comenzaba con el tercer touchdown de los de Buffalo. Tras un gran drive, Khalil Shakir terminaba atrapando el balón en las diagonales que les daba relativa tranquilidad. Además las defensas hacían un gran trabajo y no era hasta el último cuarto cuando los Bucs tras un gran drive lograban recortar distancias de la mano de Mike Evans. Pero el tiempo era insuficiente para darle la vuelta al marcador y finalmente la victoria fue para los Bils que ya sumas cinco en su casillero.

Los Bills al tran tran iban asegurando la victoria

Arrancaba la octava semana de la NFL con los Buccaneers recibiendo el kick off. Pero no conseguían mantener la posesión por mucho tiempo y sin poder salir de su propio campo tenían que despejar la posesión. El punt era muy bueno y encerraba a los Bills en su propia yarda cuatro, sin embargo Josh Allen sacaba un pase rápido para Khalil Shakir que lograba mover cadenas. Poco después volvía a resultar la conexión para ya alcanzar la divisoria de los dos campos. Seguían avanzando sin problemas pero una vez llegaban a la red zone, la defensa de Tampa les paraba y se tenían que conformar con un field goal para abrir el marcador, 0-3.

Vuelta los Bucs al ataque apostando por el juego terrestre para ir sumando yardas. Además una interferencia en el pase les ayudaba a llegar al campo de los Bills. Sin embargo poco más podían hacer y para su mala fortuna el intento de field goal fue bloqueado dando inicio a una nueva serie ofensiva de los locales.

Empezban con buen pie gracias a una gran recepción de Stefon Diggs y a pesar de las penalizaciones rápidamente se adentraban en territorio Buccanneers. Josh Allen volvía a aliarse con Khalar Shakir para meterles en 1&Goal. Pero aunque lo intentaron por todos los medios terminaron cediendo la posesión por pérdida de downs cuando ya estábamos en el segundo cuarto del partido.

Desde su yarda dos tenían que arrancar ahora los de Florida y no fueron capaces ni llegar a un primer down. Por lo que el balón volvía a estar en las manos de los locales quienes habían realizado un gran retorno quedándose a las puertas de la zona roja. Y el touchdown no tardaba en llegar y era el mismo Josh Allen quien saliendo del pocket atravesaba la línea de anotación dejando el marcador en 0-10. Los Buccaneers parecían despertar en este drive y con una conexión rápida entre Baker Mayfield y Chris Godwin sumaban más de treinta yardas. Aunque de nuevo se veían frenados nada más cruzar a campo, esta vez sí tenían suerte y sumaban sus primeros tres puntos del partido, 3-10.

En el primer snap Josh Allen lanzaba con mucha presión y William Gholston lograba interceptarles dejándoles a los suyos la ocasión de poder empatar el partido. Y así lo hacia la ofensiva, primero con Baker Mayfield conectando con Rachead White que les dejaba a las puertas de la anotación para que lo rematase Chris Godwin atrapando sin problemas en la endzone, 10-10. Con el partido igualado volvían los Bills a la carga, alternando entre el juego terrestre y aéreo sin que los visitantes pudieran pararles. Jugada tras jugada iban recorriéndose todo el campo para que finalmente Dalton Kincaid anotase un nuevo touchdown para volver a ponerles por delante, 10-17. Los Bucs aún tenían tiempo antes del descanso, pero el ataque no fue fructífero y terminaron cediendo la posesión justo antes del final de la primera mitad.

A los Bucs les faltó tiempo para el comeback

Comenzaba la segunda mitad y ahora eran los Bills los que atacaban primero. Y de nuevo Josh Allen no tenía problemas para conectar con sus receptores y así ir abriéndose paso por el emparrillado. Sin oposición por parte de Buccaneers el ataque seguía fluyendo hacia la zona de anotación. Para que finalmente fuese Gabriel Davis el que culminase un gran drive con la recepción en la endzone ampliando un poco más su ventaja, 10-24. Ahora volvían los de Todd Bowles al campo para intentar meterse en el partido pero solo conseguían un primer down antes de tener que despejar de nuevo el balón. Así se iban sucediendo los intercambios de posesión sin que ninguna ofensiva pudiese hilar una buena serie. Y llegábamos al último cuarto del partido y el marcador seguía sin moverse.

Hasta que el balón volvía a caer en las manos de los de Florida. En un drive muy trabado donde se iba sobreponiendo las buenas acciones a las penalizaciones consumía prácticamente todo este último cuarto. Pero tenían premio con Mike Evans entrando en las diagonales que con la conversión de dos dejaba el partido muy igualado. Sin embargo el reloj corría a favor de los Bills que en su siguiente serie ofensiva lograron dejar el cronómetro a tan solo veintiún segundos para el final. Obviamente los Bucs intentaron mover el balón rápidamente, pero les fue imposible llegar a la zona de anotación de nuevo y la victoria se quedó en casa de los de Buffalo.

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