¿Es momento de pagar a Dak Prescott?

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Dak Prescott ha demostrado mucho en Dallas, pero no todos saben apreciarlo. ¡Vamos a ver con stats si merece, o no, ser pagado como una estrella!

dak prescott

Dak Prescott, QB de Dallas Cowboys. | ©NFL

En 2016, durante un partido de pretemporada frente a los Seattle Seahawks, la lesión del quarterback estrella Tony Romo obligó a los Dallas Cowboys a nombrar un nuevo QB titular hasta su recuperación. Este acabaría siendo Dak Prescott, rookie seleccionado en la cuarta ronda del draft de ese mismo año, y procedente de Mississippi State. El joven tomó las riendas de un equipo que acababa de marcar un récord de 4-12 en la temporada anterior. Y, junto al runningback rookie de primera ronda Ezekiel Elliott, lideró a los vaqueros a un título de división. Consiguiendo un récord de 13-3, en una temporada mágica que acabaría con una temprana salida de playoffs a manos de Aaron Rodgers y sus Green Bay Packers.

A pesar de este decepcionante final de campaña todo apuntaba a que, el ganador del premio Rookie del Año y el equipo de la estrella solitaria, serían una fuerza a reconocer en la NFC durante la próxima década y que, posiblemente, el Trofeo Lombardi acabaría eventualmente en Dallas. Aunque esto aún está por ver, y un servidor fan no pierde nunca la esperanza, la realidad es que las dos últimas temporadas han dejado un sabor bastante agridulce entre los aficionados de la franquicia tejana.

Y es que, desde su entrada en la liga Dak Prescott promedia 10.6 victorias por temporada, cuarto mejor promedio de la liga. Es el segundo quarterback con más victorias detrás solo de Tom Brady, 32 partidos de temporada regular frente a 35. A pesar de todo su juego inconsistente y poco vistoso, ha hecho que muchos reconsideren su validez como cara de la franquicia. E incluso, su capacidad para ser un mariscal titular en esta liga. En un año en el que su renovación vía «supercontrato» parece inminente, para la alegría de muchos y tristeza de otros, quisiera repasar en las siguientes lineas las razones por las que esta opción debiera considerarse perfectamente factible, e incluso apropiada. Vamos con ello.

Las estadísticas no mienten

dak prescott

Con un récord total de 33-18, las estadísticas de Dak Prescott han sido bastante similares durante sus 3 años en la liga. Promediando 22 touchdowns de pase frente a 8 intercepciones y 3.600 yardas. Además de 6 TD’s con 300 yardas de carrera, en adición además de sus 7,4 yardas per attemp, 0.2 décimas por encima de la media de la liga. Personalmente, quisiera que alguien me explicase en que realidad alternativa estos stats son propios de un QB mediocre. Y mas aún en una ofensiva que corre el balón en más del 50% de sus jugadas. Estoy convencido de que muchas franquicias estarían encantadas de contar con esta «mediocridad» en sus plantillas.

Para medir también su desempeño en partidos importantes, veamos sus 3 partidos de playoffs. Para ello, podríamos compararlos con los 3 primeros de otros grandes QB’s de esta era que también tardaron un poco en «explotar»: Tom Brady y Russell Wilson.

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Como podemos observar, Dak Prescott ha sido muy superior en yardas, porcentaje de pases completos y touchdowns. ¿La gran diferencia? Que Wilson y Brady ganaron la Super Bowl en sus segundos años. Eso sí, con estadísticas nada fuera de lo normal.

El passer rating

En cualquier caso, para evitar valoraciones personales condicionadas por mis propios gustos, y siendo consciente de que hoy en día estos stats muestran de manera bastante relativa el verdadero desempeño de un jugador en el campo. Quisiera centrarme en un indicador bastante conocido, y que es muy útil a la hora de comparar diferentes jugadores fuera de sus respectivos sistemas y coaching: el passer rating.

Desarrollado en 1973, el passer rating es un estimador que sirve para de alguna manera ser capaces de «catalogar» el rendimiento de un quarterback en un partido de acuerdo a diferentes métricas, diferenciando 4 categorías:

Hay que entender que, este sistema, se implementó en base a las estadísticas de principios de los 70. Cuando, por ejemplo, el porcentaje de pases completados medio de la liga era del 52%. El año pasado rozaba casi el 65%. Y aunque, hoy en día completar el 60% de tus pases no es considerado «excelente», y alguna de esas métricas estén un poco desfasadas, el passer rating sigue siendo un indicador popularmente usado.

A día de hoy, solo 2 quarterbacks en toda la liga han tenido un passer rating de más de 100.0 en más de la mitad de sus partidos. Estos han sido Aaron Rodgers (56%) y Dak Presscot (51%). Y es más, el QB de Dallas es a su vez el mariscal con mayor porcentaje de victorias cuando su pr es mayor de 100.0: 95,8%. O lo que vendría a ser 23 victorias de 24 partidos. En los partidos en los que no pasa de 100, el porcentaje de victorias no pasa del 37%. Es decir, cuando juega bien, el equipo es prácticamente invencible. Y cuando no, es bastante probable que pierda. Además, su rating promedio es de 96.0. Siendo el octavo, por detrás de Peyton Manning, en el ranking histórico de pr. Y acumula un promedio 150.6 de passer rating en partidos ajustados en el último cuarto y prórroga, en los que acumula 14 game winning drives. El máximo de la NFL desde su llegada.

Dak Prescott, junto a sus compañeros, en el Trainning Camp de los Dallas Cowboys. | ©NFL

Por ello, no solo vemos unas estadísticas en general bastante buenas, y que posiblemente mejoren con los años. Sino que además, podemos apreciar la importancia que realmente tiene el joven QB en el desempeño del equipo. Tal vez sea momento de que el aficionado empiece a darse cuenta de que este equipo irá tan lejos como Dak Presscot les lleve. Y que esa narrativa, alimentada por algunos, en las que Ezekiel Elliot es la pieza más importante en este equipo pierde cada vez más credibilidad.

El mercado es el mercado

Las recientes extensiones de Russell Wilson y Wentz, 4 años/140 millones y 4 años/128 millones respectivamente, ponen en jaque a toda franquicia con intención de extender a su quarterback del futuro. Sin embargo, con un salary cap medio creciente, puede que esto tampoco sea algo negativo.

Pero vayamos en orden. Lo primero de todo, es que Dak Prescott es un QB joven. Y pese a lo que muchos dicen, como ya he comentado anteriormente, tiene talento y producción. La siguiente tabla, compara a varios de los grandes nombres en la posición durante sus 3 primeros años en la liga, antes de ser extendidos a un segundo contrato.

Como podemos ver, no tiene nada que envidiarle a la mayoría tanto en victorias, touchdowns o intercepciones lanzadas. Además, cabe recordar que varios de estos segundos contratos supusieron un «tope» de mercado en su momento. Como podría ser el caso de Wilson (4 años/87 millones), Ryan (5 años/106 millones) o Rodgers (5 años/110 millones). Es decir, independientemente de que se tratasen de jugadores jóvenes, fueron pagados con algunos de los mayores contratos del mercado.

En segundo lugar, como sabemos, el cap aumenta año a año, y por lo tanto también lo hacen los contratos. Un pequeño dato: el salario anual de Russell Wilson (35 millones) es superior al primer salary cap que tuvo la liga  (34,6 millones, en 1994). Una locura, ¿verdad? Por eso, no es tan descabellado que Dak Presscot acabe con un salario anual que ronde los 30 millones. Porque posiblemente esta cantidad nos parezca relativamente pequeña en un par de años.

Una franquicia históricamente exitosa, pero disfuncional en la actualidad

Independientemente del éxito que los Cowboys de Dallas obtuvieron durante sus primeros 30 años de historia, la realidad es que los últimos 20 han sido bastante mediocres. Malos fichajes, pésimos drafts, contratos que ha dejado la franquicia con las manos atadas de cara al mercado de agencia libre… Y como no, mucha polémica. Siempre polémica. Los últimos 2 años no han sido menos. Desde la suspensión de Zeke hasta los problemas con Dez Bryant. Dak Prescott ha tenido que lidiar con mucho dentro del equipo.

Ezekiel Elliott fue suspendido por 6 partidos, por un caso de violencia. | ©NFL

En el campo más de lo mismo. Hasta hace unos meses, Jason Garret estaba más fuera que dentro de la franquicia. Tras 8 años de pura mediocridad. Scott Linehan es un coordinador que no parece adaptarse bien a las nuevas tendencias ofensivas de la liga. Dirigiendo así un ataque bastante pobre y predictivo. Siendo incapaz de aprovechar al máximo las cualidades de sus mejores jugadoresRankeando esta ofensiva 21 y 26 en puntos por partido, y eficiencia en la redzone, respectivamente, entre los 32 equipos de la liga en la última campaña.

Añadir, que el entrenador de quarterbacks los dos últimos años fue Kellen Moore, el actual coordinador ofensivo. Y aunque su conocimiento en materia de esquemas y playcalling está todavía por descubrir. Resulta un poco contraproducente, que el encargado de pulir desde mecánicas a lecturas del joven QB, sea el mismo que perdió contra él su puesto de titular hace tres años.

Es decir, todo lo que ha rodeado a Dak Presscot estos últimos 3 años ha sido puramente disfuncional. Tanto a nivel deportivo como corporativo. Sobreponiéndose y liderando la franquicia a dos títulos de división, y una victoria de playoffs.

Conclusión: paguen a su estrella

Es así de simple. Dak Prescott, a pesar de sus subidas y bajadas, ha demostrado de sobra ser capaz de jugar en esta liga, y de jugar a un alto nivel en los momentos más importantes. La reciente adición de John Kitna como entrenador de quarterbacks, puede ser un punto de inflexión en el crecimiento de la joven estrella. Kellen Moore, aunque todavía una incógnita como coordinador, se presenta como un pequeño rayo de esperanza frente a los últimos años.

Además, el equipo ha sabido construir alrededor de su quarterback. Por lo que la vuelta de Travis Frederick y Jason Witten, junto a una mejor sincronía con los también jóvenes receptores Amari Cooper y Michael Gallup, serán clave en su crecimiento como jugador.

Dak Prescott, en el foco de las cámaras. | ©NFL

Y lo más importante: tan solo es un QB de cuarto año. La posición de quarterback es de las pocas en el mundo del deporte, en las que lo años mejoran muchísimo el rendimiento. La edad ideal ronda los 30 y pocos años. Poco a poco irá adquiriendo un mayor mando sobre el ataque. E inevitablemente mejorará sus lecturas, tanto pre como post-snap. De aquí a futuro, Dak Presscot solo puede mejorar. Y en el peor de los casos, rendir al nivel de los últimos años, con el que se puede perfectamente ganar un anillo.

Los Jones y un servidor, estamos convencidos de que Dakota Ray Presscot es el futuro, y podría traer al menos un anillo a Dallas. Y teniendo en cuenta la evolución del mercado, no me extrañaría nada que en unas semanas estemos hablando de un contrato de 5 o 6 años que ronde los 160-200 millones. Paguen a su estrella. Devuelvan la gloria a Dallas.

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